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El dolor acumulado durante 23 años volvió a hacerse audible este 10 de diciembre en Bucaramanga, durante la audiencia de reconocimiento de responsabilidad del Caso 01 de la JEP. Allí, frente a cuatro exintegrantes del antiguo Bloque Magdalena Medio de las extintas Farc-EP, Adriana Isabel Cárdenas Gallardo relató la búsqueda desesperada de su esposo, Jhon Alexánder Cárdenas Contreras, retenido el 17 de agosto de 2002 en Yondó (Antioquia) y desaparecido desde entonces. “Hablé con el comandante de las Farc en Yondó quien me dijo que sí tenían a mi esposo y que sería investigado por nexos con los paramilitares y que el plazo es de cinco años, si no que me olvidara de él”, dijo directamente a Jairo Reinaldo Cala Suárez, hoy representante a la Cámara por el partido Comunes, pero conocido entonces como ‘Jairo Mechas’.Comparecientes del Caso 01. Foto:JEP.Jhon Alexánder, de 21 años, pescador oriundo de Barrancabermeja y padre de un niño de un año, había regresado el 13 de agosto de 2002 a su casa para celebrar el primer cumpleaños de su hijo.El 17 de agosto volvió al corregimiento San Francisco, en Yondó, donde trabajaba tejiendo atarrayas y pescando para sostener a su familia. Ese mismo día, según su esposa, fue retenido por integrantes de la compañía Raúl Eduardo Mahecha, señalado de ser informante de los paramilitares. Una semana después, Adriana —entonces de 18 años— viajó con su hijo en brazos a buscarlo. Guiada por una conocida, llegó al río Cimitarra y se trasladó en canoa al campamento guerrillero, donde escuchó de boca del mando insurgente que su esposo estaba detenido. Desde entonces, dijo, ha vivido “con incertidumbre y angustia y un vacío lleno de zozobra”.Adriana Isabel Cárdenas Gallardo, esposa de Jhon Alexánder Cárdenas Contreras. Foto:JEP.En la audiencia, Elías Serrano Peña, exintegrante de la Fuerza Pública secuestrado por este mismo Bloque relató la tragedia que vivió durante el cautiverio.”A mi me amarraron de mis partes íntimas a un árbol y jugaron con mi cuerpo como si fuera un animal. Es un vejamen demasiado grande en mi vida. Como hombre y servidor de la patria, mi vida se convirtió en un infierno y me tienen preso en mi propio cuerpo. Estar en silla de ruedas me siento preso, ustedes me cortaron las alas y no me permitieron volar, me tienen en una situación en la que sufro cada día junto a mi familia”, contó.Los casos de Jhon Alexánder y Elías hacen parte los 189 que señalan al Bloque Magdalena Medio como presunto responsable de secuestros y delitos cometidos durante el cautiverio, dentro de un universo de 4.351 víctimas acreditadas en este macrocaso.En la audiencia, cuatro excombatientes —Jairo Reinaldo Cala (‘Jairo Mechas’), Erasmo Traslaviña (‘Jimmy Guerrero’), Pedro Trujillo Hernández (‘Alberto Cancharina’) y Fabio Gil Forero (‘Norbey Narváez’)— reconocieron su responsabilidad en los secuestros cometidos en Santander y zonas de Norte de Santander, Antioquia, Boyacá y Cesar.Durante su intervención, ‘Jairo Mechas’ dijo que al inicio no tenían claridad sobre la unidad que ejecutó la retención de Jhon Alexánder: “Todo lo que ocurrió en esa zona era atribuible a la compañía Raúl, y la unidad que comete el secuestro fue una compañía de apoyo por la incursión paramilitar que se había presentado”. Luego añadió: “Fuimos las Farc los responsables del secuestro y asesinato de Jhon Alexánder. Esto con mucha tristeza, dolor y compromiso de buscar dónde puede estar el cuerpo”. Señaló que avanzan en la tarea de ubicar la disposición final de los restos.Por su parte, Pedro Trujillo Hernández explicó que llegó al Magdalena Medio con la misión de levantar cartas de situación debido a su formación en cartografía. Reconoció a las víctimas y señaló las afectaciones que vivían en cautiverio: largas caminatas, terrenos difíciles, pérdida de noción del tiempo y un miedo constante.Luego, Erasmo Traslaviña, quien fue conocido como ‘Jimmy Guerrero’., dijo: “Reconozco mi responsabilidad individual por los hechos y conductas no amnistiables cometidos durante mi permanencia en las Farc-EP mientras fui comandante de frentes y unidades, y miembro del Estado Mayor del Bloque Magdalena Medio”.La magistrada Julieta Lemaitre Ripoll recordó que los secuestros cometidos por las extintas Farc-EP como forma de control territorial se dirigieron contra personas que la guerrilla consideraba “enemigas” por sospecha de colaborar con la Fuerza Pública o con grupos paramilitares.Explicó además que las víctimas han insistido en que la antigua guerrilla reconozca “la propia paranoia que activó y generalizó la sospecha en territorios específicos”, lo que llevó a tratar a la población civil como un enemigo. “Este momento simboliza el encuentro que busca el proceso de paz: la posibilidad de generar un espacio de diálogo en el que las víctimas den testimonio de los hechos sufridos y los comparecientes puedan reconocer su responsabilidad”, afirmó la magistrada.Redacción JusticiaJusticia@eltiempo.com
