Greg Peters (EE UU, 54 años) y Ted Sarandos (Nueva Jersey, EE UU, 61 años) y forman, juntos, una suerte de Reed Hastings mejorado; el fundador histórico de Netflix que cedió el testigo a estos dos ejecutivos tras décadas al timón. Sarandos, más mediático y carismático, no sería lo mismo sin la visión estratégica y el rigor técnico de Peters. Ahora ambos afrontan una de las operaciones más decisivas en la historia de Netflix: la oferta de 83.000 millones de dólares para adquirir Warner Bros. Discovery.El desenlace sigue siendo incierto. Paramount, dirigida por David Ellison, lanzó luego una oferta hostil de 108.000 millones para hacerse, entre otras cosas, con un histórico catálogo que ostenta títulos como Casablanca, Los Goonies o Harry Potter. Ninguna de las dos alternativas entusiasma dentro de la industria: Paramount es percibida como una compañía demasiado alineada con los intereses de la Administración Trump, mientras que Netflix representa un modelo de streaming que, según los sectores más tradicionales del cine, carece de un compromiso real con la exhibición en salas.Consciente de estas reticencias, Netflix ha tratado de rebajar la tensión. Ha prometido que, en caso de adquirir Warner, mantendría los estrenos cinematográficos en condiciones similares a las actuales, respetando las ventanas tradicionales de distribución. También ha intentado ganarse el respaldo político asegurando que la operación incrementaría la producción audiovisual en suelo estadounidense, con el consiguiente impacto en el empleo.Aun así, el desafío es enorme desde el punto de vista financiero. Se espera que Warner Bros. y HBO generen unos 1.800 millones en ingresos operativos en 2026. Incluso sumando el punto medio del rango estimado de reducción de costes y aplicando el tipo impositivo estándar del 21%, el rendimiento implícito de la inversión apenas alcanzaría el 4%. Para llegar a un retorno más atractivo, cercano al 8%, sería necesario más del doble de las sinergias actualmente previstas.Sarandos ejerce como co-CEO de Netflix desde 2020. Proviene de una familia de ascendencia griega y de orígenes modestos: su padre era electricista y su madre, ama de casa. Desde pequeño mostró una intensa afición por el cine y la televisión; él mismo ha contado que pasaba gran parte del tiempo viendo películas con sus hermanos. Durante la adolescencia trabajó en un videoclub, y cursó dos años en el Glendale Community College (Arizona) antes de abandonar la universidad, donde había empezado a estudiar Periodismo.Su carrera en la industria del vídeo comenzó en los 80. Con solo 19 años fue ascendido a gerente de una cadena local de videoclubes en Arizona, llegando a supervisar ocho establecimientos. Poco después dio el salto a la distribución: en 1988 se convirtió en director regional de ventas de East Texas Distributors, una de las mayores distribuidoras de vídeo del país.A finales de los 90 se incorporó a West Coast Video, una cadena con unos 500 locales, donde alcanzó el puesto de vicepresidente de producto y merchandising. En 1999 conoció a Hastings, cofundador de una joven empresa de alquiler de DVD por correo llamada Netflix. Hastings quedó impresionado por la claridad con la que Sarandos anticipaba el futuro del entretenimiento digital y lo fichó como director de contenido.Una de las huellas decisivas de Sarandos fue su apuesta por el contenido original. Impulsó la producción de la serie Lilyhammer y convenció a David Fincher para rodar House of cards, ofreciendo 100 millones de dólares por dos temporadas, sin reclamar antes un episodio piloto. Con ello asentó el modelo Netflix, basado en producir temporadas completas y estrenarlas de una sola vez, transformando los hábitos de consumo televisivo. En paralelo, la plataforma reforzó su catálogo con adquisiciones emblemáticas como Friends.En 2020, tras superar los 200 millones de suscriptores, consolidada como una plataforma global, con cerca del 70% de sus abonados fuera de Estados Unidos, y habiendo ganado grandes premios del cine con títulos como Roma, El irlandés o Historia de un matrimonio, Sarandos fue ascendido a co-CEO.Es uno de los ejecutivos mejor remunerados de Hollywood. Está casado con Nicole Avant, hija del legendario productor musical Clarence Avant y exembajadora de Estados Unidos en las Bahamas durante la presidencia de Barack Obama. En Los Ángeles son conocidos por su intensa vida social, política y filantrópica. Tiene dos hijos de un matrimonio previo. Peters, el otro co-CEO, es considerado el sucesor natural de Hastings, supuestamente más parecido en personalidad a él que Sarandos. Ingeniero formado en Física y Astrofísica en Yale, ha sido descrito por antiguos colegas como extremadamente inteligente, metódico y discretamente eficaz. Su carrera se desarrolló en la intersección entre software y productos de consumo. Tras un breve paso por las Fuerzas Aéreas, trabajó como ingeniero en Wine.com (comercio electrónico de vino), y ocupó cargos directivos en NOCpulse, absorbida luego por Red Hat (servicio empresarial para sistemas Linux). Más tarde fue vicepresidente de ingeniería en Mediabolic (gestión de activos digitales),. “Antes de que él llegara, la empresa tenía problemas para cumplir plazos”, recordaba David Goldenberg, consejero de esta firma.Así, acumuló una sólida experiencia técnica antes de llegar a Netflix en 2008. Su incorporación respondió a la necesidad de llevar la plataforma a los dispositivos que estaban redefiniendo el consumo doméstico. Como responsable de acuerdos con fabricantes y tecnológicas, logró que estuviera disponible en consolas, televisores inteligentes y reproductores domésticos, firmando alianzas con Microsoft, Sony, Samsung o LG. Tras ese éxito lideró la expansión internacional. En 2015 se trasladó a Tokio para dirigir el despliegue en Asia-Pacífico y, bajo su supervisión, Netflix pasó de operar en unas decenas de países a estar presente en más de 190 en apenas un año. Allí, de hecho, conoció a su mujer, Kimi Peters, una productora de televisión. En 2017 fue nombrado jefe de producto, para encargarse de la interfaz, los algoritmos de recomendación y la innovación de producto.Como número dos impulsó decisiones polémicas pero decisivas, como el fin del intercambio de contraseñas y el plan con publicidad. Aunque inicialmente impopulares, ambas medidas reforzaron la sostenibilidad financiera de Netflix. En 2023, tras la retirada de Hastings, Peters fue nombrado co-CEO junto a Sarandos, cerrando así el relevo generacional en la cúpula de la compañía.Ahora el equilibrio del carisma de Sarandos y la visión estratégica de Peters se enfrenta a su mayor prueba. Si la operación con Warner prospera, deberán demostrar que saben hacerla rentable sin incumplir su promesa más sensible: no destruir el cine tal y como lo conocemos.Un pequeño homenajeEn 2019, Ted Sarandos produjo The black godfather (El padrino negro), un documental original de Netflix sobre su suegro, Clarence Avant, influyente productor musical.

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