El viaje espacial a bordo de un cohete Blue Origin que Katy Perry y otras cinco mujeres realizaron el pasado 14 de abril ha terminado por dañar la ya mermada imagen pública de la cantante pop —ella misma ha dicho esta semana sentirse como una “piñata” tras el odio vertido en redes por sus haters—. La californiana viajó junto a la reportera y prometida de Jeff Bezos, Lauren Sánchez, la periodista y presentadora de CBS Gayle King, la ingeniera aeroespacial Aisha Bowe, la activista Amanda Nguyen y la productora Kerianne Flynn en uno de los cohetes de la empresa propiedad del fundador de Amazon en un trayecto que apenas superó los 10 minutos de duración y cuyo coste podría rozar el medio millón de dólares por persona.El viaje ha hecho correr ríos de tinta tanto en los medios tradicionales, con cientos de artículos de opinión, como en redes sociales, donde los memes sobre Katy Perry se han multiplicado. “¿Podemos enviarla de vuelta al espacio?”, se podía leer en algunos comentarios. Y famosas como las actrices Amy Schumer y Olivia Munn o la modelo Emily Ratajkowski han criticado el viaje. “Dices que te importa la Madre Tierra y vas a subir a una nave espacial construida y financiada por una empresa que, sin ayuda de nadie, está destruyendo el planeta”, expresó Ratajkowski en un vídeo. Si bien la cantante mostró su apoyo a Kamala Harris durante la campaña presidencial, su acercamiento a Jeff Bezos (uno de los responsables del éxito electoral de Donald Trump) ha sido la gota que ha colmado el vaso para muchos de sus seguidores, descontentos con la artista en los últimos tiempos. Más informaciónTodo empezó con su álbum de regreso, 143, lanzado el pasado verano. Para el primer sencillo del disco, Woman’s World, contó con el productor Lukasz Gottwald, más conocido como Dr.Luke, con quien había trabajado en muchas ocasiones hasta que la cantante Kesha le acusó de violación en 2014. Si bien todo quedó resuelto con un acuerdo por ambas partes tras una batalla judicial prolongada durante una década, el nombre de Dr. Luke siempre ha estado vinculado a la polémica, y a Katy Perry se le afeó colaborar en un tema con un supuesto mensaje de empoderamiento femenino con un hombre acusado de violación. Ahora, su publicitado viaje espacial de la mano de Bezos, el hombre que prohibió a The Washington Post (diario de su propiedad) pedir el voto para Kamala Harris, ha enfangado todavía más su imagen pública, al menos para parte de Estados Unidos. De izquierda a derecha, a Lauren Sanchez, Katy Perry, Aisha Bowe, Kerianne Flynn, Gayle King y Amanda Nguyen, antes de subir al cohete ‘New Shepard’, este 14 de abril en Texas.FELIX KUNZEKaty Perry no ha sido, ni mucho menos, la única celebridad abiertamente demócrata que parece estar mostrando simpatías con Trump y sus acólitos. Kim Kardashian, quien durante años ha mostrado su apoyo a los demócratas, recibió una oleada de comentarios negativos al compartir en su perfil de Instagram, donde aglutina más de 357 millones de seguidores, una imagen de Melania Trump el día de la toma de posesión de su marido, un hecho interpretado como una muestra de apoyo. A diferencia de otros amigos milmillonarios de su círculo, Kardashian no asistió al acto, pero su posible giro al republicanismo no ha pasado desapercibido. En un artículo recogido por The Cut el pasado enero, titulado, ¿Es ahora republicana Kim Kardashian?, se analizaban los nexos de la empresaria con Ivanka Trump y Jared Kushner, con quienes ha trabajado para desarrollar sus campañas de reforma del sistema penitenciario estadounidense. Si el pasado noviembre Kardashian compartía un vídeo interactuando con Optimus, el robot humanoide desarrollado por Tesla, hace solo unas semanas volvía a desatar polémica al posar en una sesión de fotos de la revista Perfect Magazine junto al polémico coche Cybertruck de la compañía. “No voy a volver a comprar tus productos nunca más” o “Dime de qué lado estás sin decirme de qué lado estás” son algunos de los miles de mensajes que se pueden leer en el post. El viraje político de Gwen Stefani tampoco ha sido inadvertido. La que fuera una de las artistas más relevantes de su generación a finales de los noventa y comienzos de los años 2000, ostenta un perfil bajo desde hace varios años, con contadas apariciones públicas. Sin embargo, su nombre lleva varias semanas circulando por internet, pero no precisamente por su trabajo. Desde hace tiempo, la exvocalista de No Doubt ha dado pistas no intencionadas sobre su posible cambio de postura política, si bien los rumores se hicieron fuertes cuando hace unos meses expresó su entusiasmo por la entrevista del actor Jonathan Roumie junto al presentador Tucker Carlson, muy conocido en Estados Unidos por su apoyo a la ultraderecha y por alentar teorías conspiranoicas. Gwen Stefani en un evento celebrado en Brooklyn, Nueva York, el 2 de abril de 2025.Sipa USA (Efren Landaos/Sipa USA / Cordon Press)Hace más de una década, Stefani fue una de las muchas celebridades que actuaron en campañas de recaudación de fondos para la elección de Barack Obama como presidente. Es más, fue invitada a la última cena de estado que el mandatario demócrata celebró en 2016, pero desde entonces los comentarios sobre su posible acercamiento a posturas más conservadoras no han hecho más que crecer. Tanto es así que en una entrevista para la revista Paper en 2021, el periodista le preguntó directamente si ahora era republicana. Stefani no quiso posicionarse ni hacer ninguna declaración política. Lo último que ha llamado la atención de sus fans (y detractores) ha sido su colaboración con Hallow, una aplicación para rezar. La supuesta metamorfosis de Stefani no ha sorprendido a todo el mundo, ya que el enlace en 2021 de la artista con el cantante de country Blake Shelton, abiertamente conservador y votante reconocido de Trump, hizo atar cabos a muchos. Por descontado, casarte con alguien que vota diferente que tú no significa nada, pero sí es más sospechoso seguir a la influencer y comentarista de extrema derecha Candace Owens en X, como han destacado algunos usuarios en la red social. Dejando a un lado a personajes abiertamente trumpistas como Kanye West o los actores Mel Gibson, Sylvester Stallone y Jon Voight, nombrados recientemente “Embajadores de Hollywood” por Trump, el apoyo a los republicanos por parte de la industria del entretenimiento ha sido siempre más bien tímido en comparación con los demócratas. El cambio de Administración ha silenciado a muchas estrellas y prueba de ello fue la ausencia de mensajes y condenas a las polémicas decisiones gubernamentales de Trump en la última temporada de premios y en la propia gala de los Oscar. Todo ello, junto a algunos gestos y comportamientos de grandes celebridades, da la impresión de estar frente a una deriva MAGA de varios famosos que, como mínimo, normalizan o minimizan las agresivas políticas del presidente estadounidense.
De Gwen Stefani a Katy Perry o Kim Kardashian: la deriva MAGA de algunas celebridades demócratas | Gente
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