
Pasaban 39 días y 20 horas desde el inicio del cierre parcial del Gobierno más largo de la historia de Estados Unidos cuando la chispa del acuerdo prendió en el Capitolio. Fue al filo de las 19:00 de este domingo, con la noticia de que demócratas y republicanos habían llegado a un acuerdo en el Senado para reabrir el grifo de la financiación de la Administración federal.Una propuesta, presentada horas antes por los republicanos de la Cámara Alta, con su líder, John Thune, a la cabeza, logró convencer a tres senadores rivales Angus King (Maine) y Jeanne Saheen y Maggie Hassan (Nuevo Hampshire). Con ellos, la bancada conservadora sumaba así los 60 votos necesarios para conquistar la mayoría cualificada exigida por las reglas del Senado para sacar adelante decisiones calado; por ejemplo, las presupuestarias. Ese acuerdo no es aún la última parada de la travesía del shutdown, que ha provocado la suspensión del programa de cupones de alimentos para millones de personas necesitada, empujado a miles de funcionarios, privados de sus sueldos, a las colas del hambre y sembrado el caos en aeropuertos por todo el país, sino más bien el principio del final del cierre. Aún quedaban tres votaciones extraordinarias en la Cámara Alta antes del final de una jornada, normalmente de descanso en el Capitolio, que este domingo hizo una excepción da dadas las circunstancias. Después el pacto viajará a la Cámara de Representantes para su ratificación.No estuvieron inmediatamente claros todos los puntos del acuerdo. Pero sí que garantiza la financiación de la Administración federal hasta el 30 de enero, cuando, si no persiste la falta de sintonía entre ambos partidos, la pelea podría volver al punto de partida y provocar un nuevo cierre. El proyecto presupuestario incluye una disposición con un punto que los demócratas exigían: la readmisión de los empleados federales despedidos durante el cierre, y la garantía de que no habrá más ajustes masivos de plantilla hasta finales de enero. También destierra la amenaza lanzada por Donald Trump de que los funcionarios no recibirían el pago retroactivo por los salarios no percibidos durante estos 40 días.Fuera El líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, había tomado el viernes la palabra en ese mismo lugar para presentar a sus rivales republicanos una propuesta para reabrir el grifo del gasto público. Los suyos pedían como condición un aplazamiento de un año del programa de subsidios sanitarios previstos en la ley conocida como Obamacare, para , a partir de ahí, negociar con la otra parte con la Administración abierta, como lleva semanas pidiendo Thune. “Los republicanos solo necesitan decir que sí”, les dijo Schumer. Y los republicanos respondieron inmediatamente que no. Pantalla con numeroso vuelos cancelados y retrasados en el aeropuerto de Atlanta (Georgia), este domingo.CONTACTO vía Europa Press (CONTACTO vía Europa Press)Todo indica que el acuerdo se ha precipitado tras la decisión de la autoridad aérea estadounidense (FAA por sus siglas en inglés) de ordenar desde la madrugada del viernes la cancelación de centenares de vuelos en los 40 principales aeropuertos de Estados Unidos para hacer frente a la saturación aérea por las bajas o renuncias de los controladores, empleados federales afectados por el cierre del Gobierno. El domingo se cancelaron más de 1.600 vuelos y los retrasos siguieron aumentando en la tercera jornada de la aplicación de una medida sin precedentes de la Administración de Trump.El bloqueo administrativo tiene cerradas o con baja actividad a decenas de agencias federales por falta de fondos. Los casi 13.000 controladores aéreos y los miles de trabajadores de seguridad de los aeropuertos llevan sin cobrar su salario desde el 1 de octubre. Muchos han decidido cogerse bajas para buscar otra fuente de ingresos con la que poder pagar la hipoteca, el préstamo del coche, el colegio de sus hijos o, simplemente, para poder llevar llenar la despensa.Hay 750.000 funcionarios suspendidos de empleo y sueldo, que este domingo siguieron con lógico interés las noticias llegadas desde el Capitolio. Los funcionarios que, como los controladores, tienen la consideración de “esenciales”, estaban obligados a acudir al trabajo, pero sin cobrar. Decenas de museos, monumentos y parques nacionales se han visto obligados a cerrar sus puertas, que, si el principio de acuerdo de este domingo cristaliza podrán reabrir en los próximos días, una vez retomada su financiación pública.
Demócratas y republicanos llegan a un acuerdo en el Senado para poner fin al cierre del Gobierno de Estados Unidos | Internacional
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