El escritor franco-argelino Boualem Sansal, detenido hace más de siete meses en el aeropuerto de Argel, ha visto ratificada este martes la condena que le fue impuesta en marzo a cinco años de cárcel por “atentar contra la integridad del Estado”. Enfermo de cáncer de próstata y con 75 años en el registro civil (aunque su edad real puede rondar los 80), Sansal es uno de los autores más importantes, traducidos y leídos en lengua francesa. Su destino en prisión queda ahora en manos del presidente de Argelia, Abdelmayid Tebún, quien el sábado puede concederle el indulto con ocasión de la Fiesta de la Independencia por razones de edad y salud, como han solicitado en su favor las más altas autoridades de Francia, antigua potencia colonial, en un gesto de clemencia que sobrevuela la tensión diplomática entre Argel y París por el conflicto del Sáhara Occidental. El Tribunal de Apelaciones de Argel se ha atenido a la sentencia dictada en primera instancia, sin atender la petición de la Fiscalía, que pretendía elevar la pena a 10 años de prisión. La voz crítica de Sansal contra el Gobierno de Argelia en unas declaraciones a un medio francés, condujo a su arresto y a la apertura de un proceso marcado por el secretismo y la incomunicación con sus abogados. El narrador ha asistido este martes a la lectura del fallo sobre la revisión de su caso acompañado finalmente por el letrado Pierre Cornut-Gentille, enviado desde Francia por su editor, Antoine Gallimard. Su defensor aseguró a la prensa en Argel que el escritor se encontraba en buen estado de salud y que se iba a reunir con su patrocinado este miércoles para evaluar la presentación de un eventual recurso de casación. Esta opción bloquearía la posibilidad de una inmediata medida de gracia por parte del jefe del Estado. El Gobierno francés ha reclamado a Argelia “un gesto de clemencia” tras la ratificación de la condena del escritor. “Francia hace un llamamiento a las autoridades argelinas para que (…) encuentren una solución rápida, humanitaria y digna ante la situación de nuestro compatriota, teniendo en cuenta su estado (…) para que pueda quedar en libertad y recibir tratamiento médico”, reza un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores citado por la agencia Efe, que califica la decisión judicial de “incomprensible e injustificada”. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha solicitado reiteradamente su excarcelación. Durante su encarcelamiento ha estado privado del derecho de asistencia consular como ciudadano francés.Nacionalizado francés hace apenas un año, Sansal ha sido utilizado como “rehén” y “cabeza de turco”, según sus abogados, en el fuego cruzado del conflicto diplomático surgido tras el reconocimiento implícito de París de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, la excolonia española cuya autodeterminación defiende Argel mediante su apoyo al independentista Frente Polisario.En unas declaraciones a la revista ultraderechista francesa Frontières, el escritor galardonado con el Gran Premio de Novela de la Academia Francesa, cuestionó las actuales fronteras orientales de Argelia, que consideró “territorios del vecino Marruecos antes de la colonización francesa en 1830″. Ambos países magrebíes libraron en 1963 la llamada Guerra de las Arenas por la disputa de una amplía franja del desierto del Sáhara. El procesado negó en todo momento que hubiese tenido voluntad de ofender al Estado argelino y calificó sus declaraciones de simple expresión de una opinión personal.El comentario del autor del Juramento de los bárbaros (Alianza) sobre límites territoriales, de aparente provocación intelectual, tocó la fibra más profunda del nacionalismo argelino, cuyo sistema judicial replicó con el artículo 87º bis del Código Penal, que tipifica como “terrorista o subversivo, todo acto que atente contra la seguridad del Estado y la integridad del territorio”. Desaparecido en un primer momento el pasado 16 de noviembre, poco después de haber aterrizado en el aeropuerto de Argel procedente de París, su editor y sus familiares tardaron 10 días en conocer el paradero de este autor ampliamente reconocido en Europa. Su voz crítica con el integrismo islámico y el sistema autocrático de Argelia había sido ignorada hasta entonces en su país natal y de residencia habitual, donde sus obras siguen estando prohibidas.Concentración en apoyo de la liberación de Boualem Sansal, el marzo pasado en París.Sarah Meyssonnier (REUTERS)La detención y el juicio del autor de La aldea del alemán (El Aleph) o 2084: el fin del mundo (Seix Barral), premio de la Paz de los Libreros Alemanes y veterano aspirante al Nobel de Literatura, han suscitado una amplia ola de solidaridad en su favor. Cuatro premios Nobel —Annie Ernaux, Jean-Marie Gustave Le Clézio, Orhan Pamuk y Wole Soyinka— y una larga lista de escritores de todo el mundo —Salman Rushdie, Peter Sloterdjik, Andreï Kourkov, Roberto Saviano, Alaa al-Aswany, Giuliano da Empoli, Sylvain Tesson, Leïla Slimani, entre muchos otros— han firmado un manifiesto en el que piden su liberación, encabezado por el también escritor francoargelino Kamel Daoud, premio Goncourt con Houris (Cabaret Voltaire). “Estoy muy preocupado, no parece haber signos concretos de esperanza por el momento”, se ha limitado a responder Daoud en un intercambio de mensajes. “La sentencia aún no es firme, y el indulto todavía es posible. Pero las señales no son positivas”.
El destino del escritor Boualem Sansal queda en manos de un indulto presidencial en Argelia | Cultura
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