
La campaña para escoger al próximo presidente de Colombia se calienta. Varias decenas de aspirantes siguen en esa larga carrera para elegir al sucesor de Gustavo Petro en los comicios de mayo de 2026, que se ha disputado a ciegas desde hace varios meses. No hay un favorito claro. Con la llegada de noviembre, se acabó la controversial (e inédita) veda a las encuestas de intención de voto que estaba en vigor desde julio. El ansiado regreso de los estudios de opinión debe ayudar a despejar el panorama en lo que resta de este año, a la espera de que se decanten los bloques y las alianzas. Previsiblemente, algunas candidaturas despegarán en las próximas semanas, y otras cuantas tirarán la toalla de una vez por todas. Ante un partidor tan concurrido y fragmentado, las tempranas encuestas publicadas antes de la prohibición no llegaron a mostrar un líder sólido, despegado decididamente del pelotón. Sergio Fajardo, el exalcalde de Medellín que lideró la coalición de centro en el 2022, solía aparecer entre los mejor posicionados. También llegaron a salir bien ubicadas Vicky Dávila, exdirectora de la revista Semana, o la exalcaldesa de Bogotá, Claudia López. Incluso, desde el oficialismo, el exsenador Gustavo Bolívar, quien ya se bajó de la carrera. Desde entonces, sin embargo, ha cambiado el mapa político. La campaña se juega en varios tableros. Para empezar, la izquierda ya tiene su propio aspirante presidencial, después de que Iván Cepeda emergió como el ganador de la accidentada consulta popular del Pacto Histórico, la coalición que respalda al Gobierno de Petro. El senador obtuvo más de un millón y medio de votos, de los 2,7 millones de personas que participaron. A falta de encuestas, Cepeda ya se dejó contar. Sus números son difíciles de alcanzar. El plan del progresismo ahora pasa por medirse en otra consulta que se realizará el mismo día de las elecciones legislativas, el 8 de marzo, la del llamado Frente Amplio, para tener un candidato único que congregue a varios sectores de centroizquierda. Si la propuesta se concreta, allí podrían competir los exministros Roy Barreras y Juan Fernando Cristo, la senadora Clara López o incluso el exalcalde de Medellín Daniel Quintero –a pesar de las dudas jurídicas sobre una presunta inhabilidad después de que desistió de participar en la consulta del Pacto sobre la hora–. Además de las definiciones de la izquierda, que se anticipó a los demás bloques, hay algunos candidatos que cuentan desde ya con el aval de un partido, como Fajardo (Dignidad y Compromiso), Juan Manuel Galán (Nuevo Liberalismo) o Juan Carlos Pinzón (Oxígeno, el partido de Ingrid Betancourt). Las candidaturas por firmas en nombre de un movimiento ciudadano, en lugar de un partido político, también abundan. Esa larga lista incluye a Claudia López, que ha prometido que seguirá por su cuenta hasta el final, para enfrentarse a los candidatos tanto de Petro como del expresidente Álvaro Uribe, el gran referente de la derecha. O Luis Gilberto Murillo, canciller hasta comienzos de año, quien también se postula como un antídoto a la polarización y ofrece su experiencia diplomática para recuperar las maltrechas relaciones con los Estados Unidos de Donald Trump. El precandidato presidencial Daniel Quintero discute con Mauricio Cárdenas luego de que Quintero interrumpiera su intervención durante el panel de los precandidatos a la presidencia, en el décimo Congreso de la ANDI, en Cartagena (Colombia), el 14 de agosto de 2025.CHELO CAMACHOEntre los muchos aspirantes por firmas está también el economista Mauricio Cárdenas, un exministro de varias carteras de origen conservador; David Luna, que renunció como senador de Cambio Radical para lanzarse como independiente; o la propia Dávila, entre otros. A la exdirectora de Semana, representante de los sectores más furiosamente opuestos a Petro, la ha eclipsado en las últimas semanas una campaña aún más estridente. El abogado de ultraderecha Abelardo de la Espriella se ha hecho notar por su agresividad en redes sociales, videos con inteligencia artificial que lo muestran como un tigre y todo tipo de comentarios altisonantes. También están en lid cuatro exmandatarios locales, encabezados por el dos veces gobernador de Antioquia Aníbal Gaviria, que buscan definir un aspirante único vía encuesta.Los aspirantes que optaron por el camino de las firmas deben presentar el equivalente al 3% del total de votos válidos en las presidenciales de 2022, unas 630.000 firmas, antes del 17 de diciembre. La Registraduría tiene plazo hasta el 21 de enero de 2026 para verificar su validez. Para garantizar su inscripción, suelen hacer planes para recoger al menos el doble de las rúbricas requeridas. Varias de las campañas aseguran que ya superaron las necesarias. En la derecha, la actividad también es frenética. El Centro Democrático, el partido fundado y dirigido por el expresidente Uribe, quien busca regresar al Senado, anunciará a su candidato el 28 de noviembre. El mecanismo será una encuesta que medirá a Paloma Valencia, María Fernanda Cabal, Paola Holguín, Andrés Guerra y Miguel Uribe Londoño –el padre del asesinado senador Miguel Uribe Turbay–. Más allá de ese candidato propio, el exmandatario, recién absuelto en un largo proceso por manipulación de testigos, busca congregar en torno suyo a los sectores más conservadores y sellar una amplia coalición antipetrista tanto con Cambio Radical, el partido del exvicepresidente Germán Vargas Lleras, quien sigue sin definir si será candidato, como con el expresidente César Gaviria, director del Partido Liberal. Con ese desordenado telón de fondo, y en medio del enjambre de nombres, Colombia espera con ansiedad el regreso de las encuestas como un filtro necesario para dimensionar las posibilidades reales de cada aspirante. La veda se acabó desde el pasado fin de semana. Pero la misma ley que las restringía –y que está demandada ante la Corte Constitucional– impone unas condiciones de muestra, entre otras, de las que se han quejado con insistencia las encuestadoras, pues alegan que disparan los costos. Ante la duda, ninguna de las principales firmas anuncia de momento la divulgación de algún estudio electoral. “Esperamos la decisión de la Corte Constitucional para seguir informándote”, advertía la empresa Invamer en un escueto mensaje. Incluso a ciegas, la campaña debe continuar.
			El regreso de las encuestas electorales calienta la carrera presidencial en Colombia
Shares:
