A las 8.30 de la mañana de este viernes, ante el imponente altar de muertos de la Casa de México de Madrid, empezaba una ruta en bus por cuatro instituciones culturales para descubrir en menos de cuatro horas las más de 400 piezas de arte prehispánico que componen la exposición, dividida por capítulos, La mitad del mundo. La mujer en el México indígena. La convocatoria ya daba cuenta de que esto no se trataba solo de un tour expositivo. Pasadas las dos de la tarde, llegó la confirmación de que esas centenares de piezas que reivindican el legado milenario de los pueblos originarios cobraban un sentido más allá del estrictamente artístico. “La historia compartida entre España y México, como toda historia humana, tiene claroscuros. Ha habido dolor e injusticia hacia los pueblos originarios. Hubo injusticia, justo es reconocerlo y lamentarlo. Esa es parte de nuestra historia compartida, no podemos negarla ni olvidarla”, dijo José Manuel Albares, ministro español de Exteriores, en la clausura de la muestra. El Gobierno español protagonizaba así el paso más significativo en el acercamiento de ambos países después de que las relaciones quedaran congeladas cuando el expresidente Andrés Manuel López Obrador exigiese en 2019 al Rey que pidiese perdón por los desmanes de la conquista.Más informaciónLa carrera contrarreloj para llegar a inaugurar este 31 de octubre comenzó a finales de 2024 cuando se iniciaron los primeros contactos entre los dos países en México con motivo de la Feria del Libro de Guadalajara, cita en la que España era el país invitado. Meses después, en febrero, y con la orden previa de la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum para que se cedieran todas las obras, comenzó el trabajo de planificación en el que han participado decenas de instituciones culturales y gubernamentales de ambas naciones, lideradas por la comisaria Karina Romero. Este tipo de exposiciones suelen organizarse con una antelación de dos años como mínimo. En este caso, han sido unos ocho meses.Las obras llegaron a Madrid el pasado miércoles 22 de octubre y se distribuyeron por el Museo Thyssen, el Museo Arqueológica Nacional y el Instituto Cervantes. Previamente, el 8 de octubre, se había inaugurado la parte de la Casa de México. España y México tuvieron que recurrir por primera vez, explican fuentes del Ministerio de Cultura, a un sistema específico de importación de la Unión Europea para garantizar que las obras llegaran a tiempo y sin impedimentos administrativos.Este es un repaso por las cuatro exposiciones que se podrán visitar hasta marzo de 2026.El ámbito divino, en la Fundación Casa de México en España, hasta el 15 de febreroPiezas de la muestra ‘La mitad del mundo. La mujer en el México indígena’, en la Casa de México de Madrid.FERNANDO VILLAR (EFE)Esta muestra es una visión profunda de la espiritualidad y las prácticas rituales femeninas. “Hemos seleccionado 98 piezas que nos muestran siempre dos facetas: masculino y femenino, día y noche, seco y húmedo. En el pensamiento indígena no se conciben de manera binaria estos conceptos, sino que son opuestos complementarios que conforman la cosmovisión de los pueblos indígenas”, explicó la comisaria Karina Romero. Una parte de la exposición se dedica a la sacralidad femenina a través de las figuras de varias diosas asociadas con la fecundidad, la creación y la destrucción. Tras la conquista, ha recordado Romero, muchas de estas deidades fueron resignificadas en advocaciones de la Virgen cristiana. Para mostrar la resistencia cultural a esta apropiación han recurrido a la figura de la virgen de Guadalupe frente a una escultura de culto. Ambas llevan el mismo manto, lo que marca “la continuidad de estos pueblos vivos que se actualizan”, dijo la experta.Señora Tz’aka’ab Ajaw. La Reina Roja de Palenque, en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza hasta el 22 de marzoEl ajuar de la ‘Reina Roja’ se expone en el Museo Thyssen de Madrid.Zona Cielo Films (Cortesía)Romero y Juan Manuel Garibay, arquitecto museístico de las exposiciones, estaban de visita en varias sedes en busca del lugar perfecto para exponer el ajuar funerario de la Reina Roja, una destacada dignataria maya del siglo VII, ejemplo del poder y relevancia que alcanzaron las mujeres en las élites gobernantes. Llegaron al Thyssen, en Madrid, y en una de las salas de la segunda planta, adyacente a la colección permanente, miraron al techo y encontraron una bóveda que, cuentan, les recordó a la construcción en la que fue enterrada esta mandataria. “Nos dijimos: ‘Esto es una señal, tiene que estar acá”, recordaron los dos expertos en arte mexicano.En una vitrina se ha recreado el cuerpo de la Reina Roja para poder ubicar sobre su cabeza, rostro y pecho, el tocado, la máscara funeraria y las joyas que se encontraron hace 20 años, cuando se descubrieron los restos Palenque, cubiertos con cinabrio, un polvo rojo intenso que simbolizaba la vida y la renovación y que le penetró hasta los huesos.El ámbito humano, en el Museo Arqueológico NacionalUna pieza que representa a una guerrera tocada por la máscara de un jaguar, en el Museo Arqueológica Nacional, en Madrid.zona cielo films (cortesía)El objetivo de la exposición es reivindicar la esfera de lo cotidiano para mostrar cómo las mujeres, a partir de la división de género del trabajo, asumieron funciones esenciales: la educación de los hijos, el cuidado de ancianos, elaboración de textiles y cerámica, la preparación de alimentos y la transmisión de conocimiento ritual y comunitario. Y que estas actividades consolidaron la cohesión social y la identidad de estos pueblos.Por el momento, solo se han terminado de montar dos de las salas. La muestra abrirá al público el próximo 2 de diciembre en la que será la sede principal de esta iniciativa con más de 200 piezas desplegadas en 600 metros cuadrados. Por el número de obras y el recorrido por las distintas facetas de lo privado, este es el capítulo que tal vez de manera más exhaustiva responde a la reivindicación con la que llega esta iniciativa a España. “Reclamar la presencia constante y multifacética de las mujeres indígenas, cuyo legado sostiene la memoria, la lengua y las tradiciones que conforman la riqueza cultural de México”, en palabras de Romero.Historias tejidas, en el Instituto Cervantes, hasta el 8 de marzoUna de las piezas expuestas en el Instituto Cervantes, una de las sedes de la exposición ‘La mitad del mundo. La mujer en el México indígena’.Rodrigo Jiménez (EFE)“Desde el Cervantes sentimos esta exposición como una metáfora de nuestro propio hacer: tejer lengua común entre voces dispersas, compartir y proyectar nuestras tradiciones hacia el porvenir”, dijo García Montero, director de esta institución, en la inauguración de la muestra. “Desde tiempos prehispánicos, hilar, tejer y bordar han sido labores femeninas”, recordó la comisaria Karina Romero. A lo largo del vestíbulo principal del Cervantes se han dispuesto obras de arte textil que explican cómo el aprendizaje de estos patrones y técnicas tiene el mismo valor que el de instruirse en la lengua desde la infancia. “Las niñas aprenden mediante la observación y la práctica, bajo la guía de madres y abuelas. Con el tiempo, dominan la palabra, los patrones, los símbolos y las técnicas, convirtiéndose en portadoras de un conocimiento que es a la vez material y espiritual”, explicó Romero.

Shares: