“Ahora sabemos que debemos dejar este caserío desalojado”, le dijo a EL TIEMPO, con voz temblorosa, uno de los familiares de los ocho líderes sociales y religiosos hallados en una fosa común en Calamar, Guaviare. Prefirió mantener su identidad reservada por seguridad, mientras busca respuestas para entender por qué los asesinaron.Los ocho líderes —Jesús e Isaíd Valero, Marivel Silva, Isaí Gómez, Maryuri Hernández, Óscar Hernández, James Caicedo y Nixon Peñaloza Chacón—, oriundos de Arauca pero asentados desde hace años en la zona rural de Calamar, Guaviare eran referentes comunitarios: fundadores de una iglesia, presidentes y exmandos de juntas comunales, campesinos y comerciantes de un caserío de apenas treinta viviendas, a unas dos horas por trocha de San José del Guaviare. Todos vivían inmersos en el recrudecimiento del conflicto armado durante los últimos meses, marcado por el choque entre las disidencias de las Farc comandadas por alias ‘Iván Mordisco’ y ‘Calarcá Córdoba’. LEA TAMBIÉN ‘No hubo apoyo, no hubo nadie’: el calvario de la búsquedaLa mañana del 4 de abril, Jesús e Isaíd Valero fueron convocados bajo el pretexto de un “interrogatorio” con el frente Armando Ríos; tres días después, el mismo señuelo atrajo a los otros seis líderes. “Eran personas que pusieron el corazón en esta tierra”, rememora con dolor el familiar. Aquella fue la última vez que los vieron con vida antes de que sus nombres se sumaran a la lista de desaparecidos que indignó al Guaviare. Municipios en alerta en Guaviare según la Defensoría del Pueblo. Foto:Defensoría del Pueblo.Tras tantas horas sin noticias, los familiares acudieron a la Alcaldía y a la Gobernación, pero “nadie respondió. Nos dijeron que siguiéramos investigando por nuestra cuenta, que por seguridad no informáramos mucho. Al final, nos dejaron solos”. LEA TAMBIÉN Durante cinco días sortearon fincas y veredas —Barranquillita, Agua Bonita— hasta toparse con rumores de un grupo armado que controlaba la zona. “Unos decían que estaban vivos, otros que ya los habían matado. Pero nunca llegó una llamada oficial; solo supimos cuando un medio local publicó la noticia”, señala.Fue entonces cuando integrantes del Ejército y la Fiscalía irrumpieron en Pueblo Seco y hallaron la fosa común. Las familias participaron en el reconocimiento oficial de los cuerpos, que confirmaron pertenecían a Jesús, Carlos, Marivel, Isaí, Maryuri, Óscar, James y Nixon.“La orden salió de alias ‘Iván Mordisco’ porque sospechaban que formábamos una célula del Eln. Eso nunca existió. Eran campesinos, líderes comunales, pastores de otras iglesias. Aquí nadie andaba con fusil”, contó el pariente de la víctima fatal.Familiares de los restos hallados en fosa común de Guaviare. Foto:Fiscalía General de la NaciónEntre sollozos, el familiar recuerda a James Caicedo como “el tendero que siempre abría la tiendita para quien llegara sin un peso; si alguien no tenía para el desayuno, él le daba crédito sin preguntar”. Sobre Nixon Peñaloza Chacón apunta: “Él era quien nos decía ‘tranquilos, ya estamos gestionando apoyo en la Alcaldía’, pero al final nadie nos llamó ni nos explicó nada; nos dejaron solos”. LEA TAMBIÉN “Marivel era muy creyente, una mujer de fe que predicaba —contó—. Isaí y Maryuri eran humildes, trabajaban en el campo y apenas estaban empezando a construir su rancho. Óscar era muy conocido en la vereda, hablaba con todo el mundo. Cada uno tenía familia, hijos, padres… ahora todos quedaron destruidos”.Denuncias de familiares por demoras en el casoAunque la Fiscalía investiga a varios mandos medios de las disidencias y logró hallar la fosa gracias a la georreferenciación de un celular incautado, el familiar que habló con este medio siente que “la justicia se mueve muy despacio”. “Dicen que van tras los asesinos, pero a nosotros nadie nos ha dicho nada. No han venido a preguntar, ni nos han llamado para contarnos si hay una condena cerca”.La Fiscalía reveló la identidad de las víctimas. Foto:Fiscalía General / MapsUna Alerta Temprana 001‑2025 de la Defensoría del Pueblo ya advertía, a inicios de año, el recrudecimiento de la violencia en municipios como Calamar, donde delinquen facciones de ‘Iván Mordisco’ y ‘Calarcá’. En esa misma línea, la defensora nacional Iris Marín Ortiz pidió públicamente a los grupos armados que permitieran el ingreso de ayuda humanitaria para la población civil. Sin embargo, en la práctica, las condiciones del terreno —inundaciones por la temporada de lluvias, bloqueos de vías y confinamientos— han dificultado el acceso de víveres y asistencia a las comunidades más afectadas.TAMBIÉN PUEDE VER:#JuicioaÁlvaroUribe, día 63 Foto:EL TIEMPODANNA VALERIA FIGUEROA RUEDAESCUELA DE PERIODISMO MULTIMEDIA EL TIEMPO
la angustia de la familia de líder tras hallar fosa con ocho víctimas en Calamar, Guaviare
4 min
