Han pasado más de 72 horas desde que el presidente Gustavo Petro anunció la salida del general Carlos Fernando Triana Beltrán de la Dirección General de la Policía Nacional, y la institución sigue sin conocer el nombre de su nuevo director.La falta de una designación oficial ha generado un ambiente de incertidumbre en los altos mandos, que enfrentan dificultades para tomar decisiones operativas en distintos territorios.Fuentes consultadas por EL TIEMPO aseguraron que en varias regiones se han presentado obstáculos en la coordinación de operaciones mientras se define el relevo en la cúpula.Según los oficiales, la ausencia de un mando claro retrasa la ejecución de órdenes y afecta la planificación de operativos en curso.Se espera el nombramiento del próximo director. Foto:iStockEl malestar entre los oficiales se relaciona, además, con la posibilidad de que el Presidente considere nuevamente a un oficial en retiro para ocupar la dirección, figura que ya había sido utilizada en este gobierno con Triana y Salamanca.“Es difícil saber que cuando uno llega a la cúpula, lo más seguro es que se salga de ella sin alcanzar el destino que esperaba”, manifestó uno de los oficiales consultados.Esa alternativa ha despertado inconformidad dentro del cuerpo activo, que considera que hay mandos con trayectoria vigente para asumir la responsabilidad sin recurrir a oficiales retirados.El general Carlos Triana. Foto:PresidenciaLa demora de conocer qué pasará en la institución ha sido calificada por fuentes internas como un hecho inusual dentro de la historia reciente de la institución. En anteriores cambios de mando, la designación del nuevo director solía estar definida antes de comunicar la salida del titular.“Generalmente, cuando se anunciaba el relevo, ya se tenía elegido al reemplazo, se notificaba al director saliente y se daba a conocer el nombre del nuevo comandante”, explicó una fuente con conocimiento de los procesos internos.El vacío de liderazgo en la dirección general es percibido dentro de la Policía como un fenómeno sin precedentes en varios años. “Que llegue quien tenga que llegar, pero que sea rápido, esto fatiga a la institución y al mando”, dijo otra de las fuentes consultadas. LEA TAMBIÉN Oficiales consultados señalan que, más allá de las implicaciones administrativas, el retraso en la designación envía un mensaje de incertidumbre a los mandos territoriales y al personal operativo que espera instrucciones claras sobre las prioridades institucionales en medio de un contexto nacional marcado por el aumento de la violencia y las disputas criminales.Mientras se define el nombre del nuevo director, la institución continúa bajo la supervisión de los mandos intermedios que asumen temporalmente las funciones administrativas y operativas.Redacción JusticiaJusticia@eltiempo.comMás noticias de Justicia: