La Justicia argentina reabre una causa contra Evo Morales por presunto abuso de menores

Cuando fue forzado a dimitir como presidente de Bolivia, a finales de 2019, Evo Morales huyó a México y después se refugió en Argentina, donde acaba de asumir el peronista Alberto Fernández. “Parte de mi vida queda en Argentina después de estar 11 meses. Muchas gracias, hermanas y hermanos, no me he sentido abandonado”, se despidió Morales cuando regresó a Bolivia. Nunca recuperó el poder, pero los problemas judiciales que lo persiguen desde entonces en el país que presidió durante 13 años (2006-2019) se extienden ahora a la vecina Argentina. La Justicia de Buenos Aires reabrió este jueves una causa contra el expresidente boliviano por presunto abuso de menores y trata de personas. La Cámara Federal consideró prematuro el archivo del expediente dictado por un juzgado de primera instancia.La derecha argentina está detrás de las dos denuncias contra Morales en el país, que se investigarán de forma conjunta. La primera fue interpuesta por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; y la segunda por la Fundación Apolo, dirigida por el diputado porteño Yamil Santoro, aliado del Gobierno de Javier Milei. Ambos lo acusan de abuso sexual de menores bolivianas y de haberlas tenido en condiciones serviles en su vivienda de Buenos Aires durante 2020. Uno de los testimonios presentados por Santoro denuncia que Morales recibió “niñas como obsequios” de quienes deseaban obtener favores gubernamentales. En su fallo, la Cámara consideró que la denuncia original aporta información concreta que debe ser investigada “por la gravedad y el tenor de los sucesos denunciados”. Los camaristas destacaron que “se trata de hechos relacionados con los delitos de trata de personas y abuso de menores presuntamente cometidos por un exmandatario de Bolivia en territorio nacional, en el contexto de su asilo político, los cuales ameritan ser profundizados”.Santoro celebró la decisión judicial y aseguró que la Fundación Apolo no permitirá “que se tape una red de impunidad en nombre de la diplomacia o la política”.El expresidente de Bolivia niega las acusaciones en su contra, tanto en Argentina como en su país natal, donde se enfrenta a una causa judicial similar. El pasado diciembre, una fiscal pidió su prisión preventiva por “trata de personas para facilitar la prostitución”. Morales está acusado de haber tenido una hija con una adolescente de 15 años a cambio de favores políticos y económicos para los padres, que también se encuentran acusados. El caso, que ya se había investigado en 2019 sin resultados, fue reabierto el año pasado por el Ministerio Público boliviano en el marco de la batalla política fratricida entre Morales y el presidente, Luis Arce, ambos líderes del Movimiento al Socialismo (MAS).Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS América y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la región.