
“Yo no tengo los problemas de mis hermanos porque hace rato deje la política, solo estoy en los negocios, cuando estás en los dos están los problemas”. Fue la frase recurrente de Gonzalo “Bobby” López Beltrán a sus allegados a lo largo de un año marcado por los escándalos de Andy. Pero los problemas alcanzaron, también, al hijo menor del primer matrimonio del expresidente Andrés Manuel López Obrador. Especialmente desde ayer domingo cuando se descarriló el Tren del Istmo y murieron trece personas. Nombrado supervisor de dicha obra, Gonzalo quedó en la mira por sus nexos con proveedores de balastro, un mineral elemental para evitar que los trenes se descarrilen. Grupo Reforma señaló este lunes los presuntos vínculos de Gonzalo con el proveedor de balastro Pedro Salazar. Según mencionan a LPO desde el entorno de “Bobby”, el balastro entregado por Salazar era suficiente y de buena calidad pero el problema de fondo sería que, en la Marina, encargada de la obra civil inaugurada en 2023, se vendió marte del material y el faltante se suplió con elementos de baja calidad, lo cual explica el descarrilamiento. “El balastro ha estado escaseando, en la Marina se dieron cuenta y lo vendieron por otro lado, este problema es de ellos”, explican cerca de Gonzalo, que años atrás solía coordinar las tareas del morenismo en el Edomex. Acusaciones que vuelven a poner en la mira al almirante Rafael Ojeda Durán, secretario de la Marina en el sexenio anterior y ahora en las sombras por el escándalo protagonizado por sus sobrinos políticos y una red de huachicol que ha sacudido a la fuerza y le ha quitado su imagen de ajena a las corruptelas más habituales en el Ejército. La pregunta ineludible que circula en el Gobierno por estas horas: ¿De dónde provino el balastro del Tren del Istmo? Porque en el Tren Maya se contrató a la empresa del gobierno cubano como proveedora en 2022, tal como lo señaló el propio López Obrador. Informaciones complejas de precisar por la opacidad de todo lo referido a Cuba y por el hecho de que, al ser el Tren del Istmo construido por la Marina, todo las vicisitudes permanecen en el secreto obligado de los asuntos de “seguridad nacional”. Lo ocurrido en el Tren del Istmo toca además una fibra sensible en la relación con Estados Unidos. Ya desde el gobierno de Joe Biden se impulsó una fuerte presencia de empresas de dicho país en la obra que facilita el comercio entre el océano Pacífico y el golfo. También se reclamó evitar la presencia de inversiones chinas en esta obra. Ojeda Durán viajó al menos dos veces a Washington para dar certeza jurídica a potenciales inversores. Para el staff de Donald Trump también es una posición decisiva porque Estados Unidos está recuperando el control del Canal de Panamá y ahora pretende una posición central en el Corredor Interoceánico.
La tragedia del Tren del Istmo expone a "Bobby" López Beltrán y lo enfrenta con la Marina por los proveedores
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