
La psoriasis, tan transparente en sus manifestaciones, tan visible en las descamaciones o placas blanquecinas que brotan en la piel, encuentra zonas del cuerpo en las que esconderse. Una son los genitales, donde se presentan en forma de rojeces brillantes, no resulta tan fácil de detectar, a veces se confunde con hongos. Sucede algo parecido en los llamados pliegues (las axilas, las ingles, el interglúteo, las mamas…), donde aparece algo así como una laguna roja. Las descamaciones del cuero cabelludo pueden inducir a error, se tiende a pensar que es dermatitis seborreica (caspa). Las uñas se ven afectadas, en ellas crece piel, se rompen, duelen, no siempre se asocian a la psoriasis en primera instancia. A todas estas zonas se las conoce como localizaciones especiales o difíciles de tratar. Afectan mucho a la calidad de vida y cuesta más diagnosticarlas, pero tienen tratamiento, empieza por una buena comunicación en la consulta. La clave para tratarlas, recalca Montse Ginés, vicepresidenta de la asociación Acción Psoriasis, pasa por que exista una buena relación entre el médico y el paciente. A veces unos no preguntan y otros no lo cuentan, como en el caso de la psoriasis genital, el pudor se impone, las dos partes se retraen. “Lo más importante es que los pacientes tengan la tranquilidad de que pueden hablar de esto con el dermatólogo, con confianza”, dice Ginés. Esas placas rojas producen picor, dolor, afectan a las relaciones íntimas, todo se resiente. “Sabemos que si lo habla con el profesional sanitario, va a mejorar mucho su vida”, añade Ginés, que también es paciente, sufre psoriasis y artritis psoriásica, dos dolencias que cada vez más se atienden de forma conjunta, son un todo, son lo que ahora se da a llamar enfermedad psoriásica.
Las localizaciones especiales de la psoriasis
Estas zonas resultan difíciles de tratar por confundirse sus síntomas con otras dolencias y por ser invisibles. Todo provoca el infradiagnóstico
Genital Puede confundirse con hongos. Está infradiagnosticada por resultar un tabú tanto para el paciente como en ocasiones para el médico. Afecta a la esfera sexual y a la calidad de vida en general. Causa inseguridad. Pueden llegar a sufrirla el 50% de los pacientes
Uñas Crece piel debajo de la uña, esta se rompe a veces o acaba siendo muy gruesa. Estigmatiza y puede resultar invalidante. La mitad de los pacientes con afectación ungueal desarrollan artritis psoriásica
Cuero cabelludo Puede confundirse con la dermatitis seborreica, que también provoca descamaciones. Los tratamientos tópicos (aplicarse soluciones directamente sobre la piel) no resultan muy adecuados. Produce mucho picor
Palmoplantar Las placas que aparecen en las palmas o en las plantas son tan gruesas que a veces se fisuran, se hacen heridas que provocan mucho dolor. Impiden realizar trabajos físicos, deporte, incluso caminar
Pliegues Hace referencia a las lesiones en las ingles, el ombligo, las axilas, los genitales o el interglúteo. Al ser zonas más húmedas, la psoriasis no se manifiesta en placas ni descamaciones sino en rojeces brillantes. A veces se diagnostican erróneamente como hongos
Fuente: Pablo de la Cueva, jefe de Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Infanta Leonor (Madrid)
Poco pero grave Las lesiones que aparecen en estas localizaciones especiales a veces no ocupan una gran extensión, pero tienen una repercusión enorme en la calidad de vida. Los propios dermatólogos reconocen que existe una discrepancia entre cómo perciben ellos la enfermedad y cómo la experimenta el paciente que sufre lesiones en estas zonas difíciles de tratar. Para atajar esa disparidad, Pablo de la Cueva, jefe de Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Infanta Leonor (Madrid), recomienda evaluar esas localizaciones especiales por separado, de forma pormenorizada, en lugar de fijarse en el total de lesiones repartidas por el cuerpo para clasificar la psoriasis como leve, moderada o grave. De la Cueva afirma que hasta la mitad de los pacientes con psoriasis sufre afectación en los genitales. “Los condiciona mucho, los estigmatiza. Pierden seguridad en sí mismos”, dice el dermatólogo.
“Conviene evaluar las localizaciones especiales por separado, de forma pormenorizada, en lugar de fijarse en el total de lesiones repartidas por el cuerpo para clasificar la psoriasis como leve, moderada o grave”
Pablo de la Cueva, jefe de Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid
Estas lesiones también se conocen como difíciles de tratar por las particularidades de la zona del cuerpo en la que brotan (conviene recordar que la psoriasis se manifiesta en brotes, resulta impredecible, de un día para otro surgen las placas, los picores).Placas de psoriasis en el cuero cabelludo, una de las localizaciones especiales de esta enfermedad inflamatoria inmunomediada.iStockLas lesiones en las uñas hay que vigilarlas. “Es un marcador”, advierte De la Cueva. Un marcador quiere decir una alerta, un indicador de que aumentan las probabilidades de que el paciente desarrolle inflamación articular. Se calcula que la mitad de los que sufren psoriasis ungueal acaban padeciendo artritis psoriásica. Por eso resulta fundamental que dermatología y reumatología estén coordinados. Ginés tiene afectadas las uñas de los pies, también le brotan placas debajo de los pechos.Los pacientes de artritis psoriásica suelen tener lesiones en las plantas y las palmas, dos zonas también consideradas de especial localización. “Se forma una capa de piel muy gruesa”, describe De la Cueva. “Tan gruesa que a veces se fisura, se producen heridas, duele mucho”, añade. Estas lesiones impiden la realización de tareas con las manos. También lastra el movimiento si se sufre en los pies, la práctica de actividad física, tan recomendada para estos pacientes; o el simple hecho de caminar. Las manos y los pies se usan para todo. Pero hay tratamiento para todo. Hay que hablarlo todo en la consulta.La psoriasis no solo es una enfermedad de la piel Acción Psoriasis lleva tiempo insistiendo en lo que llaman el empoderamiento del paciente: que controle la enfermedad, que la conozca, que vaya a la consulta bien informado, que sepa las comorbilidades que existen, esas dolencias secundarias que pueden desencadenarse, la diabetes, la hipertensión, la obesidad… Aprovechando el Día Mundial de la Psoriasis, que se celebra el miércoles 29 de octubre, hacen un llamamiento al “efecto dominó”, describe Ginés, que provoca esta enfermedad inflamatoria inmunomediada (IMID).
“Para dominar la psoriasis se requiere adherencia a los tratamientos farmacológicos, pero también realizar ejercicio físico, acudir al psicólogo si se ve afectada la salud mental, cuidar la alimentación, evitar el tabaco y el alcohol”
Montse Ginés, Vicepresidenta de la asociación de pacientes Acción Psoriasis
La vicepresidenta de Acción Psoriasis anima a los pacientes a dominar su enfermedad, en un juego de palabras con el efecto dominó. La campaña para este Día Mundial se llama Domina la psoriasis. “Hacemos hincapié en que va más allá de la piel”, dice Ginés. “Si controlamos las afectaciones en la piel, vamos a ralentizar ese efecto dominó”, abunda Ginés para referirse a que cuando está tratada en sus primeras manifestaciones, disminuyen las probabilidades de que se desencadenen otras enfermedades, por eso resulta tan importante el diagnóstico precoz. “Para dominarla se requiere adherencia a los tratamientos farmacológicos”, dice, “pero también realizar ejercicio físico, acudir al psicólogo si se ve afectada la salud mental, cuidar la alimentación, evitar el tabaco y el alcohol”. Levanta el teléfono en busca de ayuda La web de Acción Psoriasis cuenta con herramientas y recursos para informarse. También atienden llamadas y resuelven dudas en los grupos de Facebook. “Los pacientes necesitan hablar con otros pacientes, una relación entre iguales”, explica Ginés. Se animan entre ellos: mira, esto requiere de tiempo, no te rindas, habla con tu médico para que te cambie el tratamiento, puedes complementarlo con esto otro. Y se presentan en la consulta con otro ánimo y otro poder de negociación. Cuando se trata de IMID como la psoriasis y la artritis psoriásica, que están presentes de forma continuada, las decisiones entre los pacientes y los profesionales sanitarios deben ser compartidas, repiten las asociaciones.
