La reciente decisión del Gobierno de Estados Unidos de incluir al denominado ‘clan del Golfo’ en dos listados distintos —Organización Terrorista Extranjera (FTO) y Organización Terrorista Global Especialmente Designada (SDGT)— volvió a poner en primer plano la dimensión real de esta estructura armada y su capacidad de expansión territorial, financiera y operativa dentro de Colombia.La doble designación implica restricciones financieras, persecución internacional y cooperación judicial, pero también confirma el alcance transnacional que las autoridades estadounidenses atribuyen a esta organización.Clan del Golfo Foto:EFE:Según información de inteligencia conocida por EL TIEMPO, el crecimiento territorial del grupo ha sido sostenido. En 2023 y hasta el último conteo en agosto de 2025, la estructura tenía presencia en cerca de 250 municipios; pero los registros oficiales hablan de más de 400 en 16 departamentos. Ese avance no ha sido homogéneo, sino focalizado en corredores estratégicos que conectan zonas de producción, rutas de movilidad y salidas hacia el norte del país.La organización se encuentra dividida en seis bloques, con 32 frentes y dos comisiones o compañías móviles. En total, suma 8.945 integrantes, de los cuales 3.157 corresponden a hombres armados y 5.788 hacen parte de un componente criminal focalizado, integrado por redes de apoyo, informantes y colaboradores logísticos. Esta estructura mixta ha sido clave para sostener el control territorial sin necesidad de concentraciones permanentes.En paralelo, el avance del grupo ha tenido impacto directo sobre otras organizaciones armadas. En regiones como el Chocó y el sur de Bolívar, el ‘clan del Golfo’ ha desplazado al Eln en varios corredores.El modelo de funcionamiento del grupo explica buena parte de su expansión. A diferencia de estructuras guerrilleras tradicionales, el ‘clan del Golfo’ opera bajo un esquema de empresa criminal que subcontrata o absorbe bandas locales de delincuencia organizada. En las regiones no se le identifica como ‘clan del Golfo’, denominación usada sobre todo en medios nacionales, sino como Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Agc) o, de manera más directa, como “La Empresa”.Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, alias Chiquito Malo. Foto:EL TIEMPOEl Bloque Central de Urabá ‘Juan de Dios Úsuga’ constituye el eje principal de la organización. Desde esta zona, ubicada en el Golfo de Urabá, se consolidó el origen del grupo y se articulan las principales decisiones estratégicas. Junto a este bloque, las estructuras con mayor trayectoria son el Bloque ‘Jairo de Jesús Durango’, con presencia en Chocó y el suroeste antioqueño, y el Bloque Roberto Vargas, que delinque en Córdoba, el nordeste y el Bajo Cauca antioqueño.En los últimos años, surgieron nuevos bloques con el objetivo de extender la presencia hacia el norte del país a través del sur de Bolívar. Uno de ellos es el Bloque Arístides Meza, conocido anteriormente como Erlin Pino, creado de manera específica para confrontar al Eln y a las disidencias en esa región. Aunque se trata de un grupo armado similar en términos de capacidad bélica, su forma de delinquir responde a una lógica distinta, centrada en el control social y económico.Jesús BlanquicetSubeditor Justicia

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