Jannik Sinner lo hace a su manera, yendo directamente a por la yugular del rival. Un primer golpe certero en el desenlace y, a partir de ahí, mirada fija en el horizonte. A Felix Auger-Aliassime no le queda otra que insistir e insistir, pero una y otra vez choca contra el molino. El canadiense, de 25 años y octavo del mundo, hace un aspaviento de resignación, de imposibilidad, mientras el campeón del Masters de París sigue a lo suyo y antes de engarzar su quinto trofeo de este año que agota ya las fechas (6-4 y 7-6(4), en 1h 52m) continúa probando cosas: tira un globito, se asoma un par de veces a la red, con intención, y pule esa mecánica del servicio con una postura novedosa, más erguida. Carbura y triunfa otra vez. Es, por tanto, el nuevo número uno en detrimento de Carlos Alcaraz. En Turín saltarán chispas. Allí, uno y otra confluirán de nuevo y dirimirán quién termina el año en lo más alto, después de un fabuloso pulso interrumpido únicamente durante la franja de febrero a mayo, cuando el italiano tuvo que cumplir los tres meses de suspensión por el caso del clostebol; el resto de los días, tira y afloja entre los dos. Turno ahora para Sinner, quien tras caer ante el murciano en la final del US Open se imponía un golpe de tuerca que hasta aquí le ha reportado tres éxitos —Pekín, Viena y este último— y margen para la experimentación. A grandes rasgos, Sinner sigue siendo el Sinner de siempre, tal vez más dinámico y con menos temor a abandonar ese espacio de seguridad sobre la que cimenta sus victorias. Apurada esta vez, pero igualmente sólida.Más informaciónAuger-Aliassime siempre encuentra confort bajo techo y ante la determinación del líder del circuito reacciona con un buen argumentario: golpes interesantes, velocidad y ritmo, pero, aun así, sabe que sus opciones pasan básicamente por aguantar y confiar en que el de San Cándido pueda sufrir algún bache físico. De lo contrario, poco que hacer. Sucede lo primero, loable la resistencia, pero no así lo segundo. Sinner flota y percute con decisión, mordiendo, abriendo ángulos y sacándole más y más jugo al saque. Se le escapan solo tres puntos en el primer parcial y tampoco admite contestación en la continuación. Tenía ganas: se le escaparon Roma (mayo) y Cincinnati (agosto), que no París, el quinto Masters 1000 de su carrera.Auger-Aliassime se lamenta en un instante del partido.Christophe Ena (AP)Allá donde pone la bola Auger-Aliassime, ahí que llega el transalpino, un competidor extremadamente opresivo, rara vez indulgente. Castigador. Sencillamente, Alcaraz y él terminan rompiendo a los rivales. La cadencia de uno y otro es tan elevada que en un instante u otro, los demás acaban cediendo, caso del canadiense. Soporta la embestida éste, pero el destino es el habitual: Sinner lo celebra con el gesto recto de siempre, sin el más mínimo rastro de euforia, y se dispone a ir a por más. Todo le sabe a poco. Será así hasta el final de sus días deportivos. Frente al carpe diem del español, él no se concede ninguna tregua y proyecta exclusivamente en perspectiva, como si la única evaluación válida fuera la del último día. Queda muy lejos eso, y mientras tanto, él aprieta.Formas de Djokovic, fondo de Lendl. Y eso que va justo, dice; isquios, cadera, calambres. Da igual. Imperturbable otra vez, reduce a Auger-Aliassime, que apurará estos últimos días en busca del octavo billete para la reunión maestra de Turín. Sucumbe el canadiense a la tensión, a ese ejercer tan corrosivo y desesperante, aunque no se irá de vacío: vuelta al top-10. De nada le sirve el respaldo de la grada caliente de París en el desempate (“¡Fe-lix, Fe-lix, Fe-lix!”) y la grieta termina abriéndose. Cómo no, Sinner, entregado ya al reto de finalizar la temporada en la cúspide por segunda vez. Doble alegría en siete días y ahora, cuentas claras. Para conseguirlo deberá coronarse invicto y confiar en que el murciano no sume tres triunfos en la fase de grupos, o bien dos y otro en las semifinales.BUCSA CEDE ANTE MBOKO EN HONG KONGA. C. | MadridMientras Aryna Sabalenka luce el número uno en Riad, entran nuevos vientos desde Hong Kong. Allí, la joven Victoria Mboko pudo este domingo con la española Cristina Bucsa (7-5, 6-7(9) y 6-2, en 2h 49m) y añadió un segundo laurel a la temporada de su descubrimiento. La canadiense, de 19 años, volvió a exhibir todo su potencial y se impuso a la cántabra en un duelo muy intenso. Su pegada pesó más. Nueve saques directos y un amplio repertorio de trallazos prevalecieron sobre la respuesta de la de Torrelavega, quien disputaba su primera final individual y selló el curso con un regusto optimista, a pesar de la derrota. Bordea el top-50 (es 53ª) y se ha superado. La norteamericana, por su parte, logró su segundo título del año, tras la conquista del WTA 1000 de Canadá, y de enero aquí ha escalado del puesto 337 al 18.“Ha sido un partido muy duro y las dos hemos competido hasta el límite. Lo he dado todo. Estoy superorgullosa de cómo ha ido la semana y el año. A ver si más adelante puedo conseguir algún título…”, afirmó la española; “ha sido una temporada muy buena y terminarla así es tdavía mejor. Me hubiese gustado ganar hoy, obviamente, pero ahora toca ponerse a tope para la próxima. Esto ayuda a que aumente la motivación”.Bucsa es una de las tres jugadoras nacionales que figuran en el top-100 de la WTA, junto con Paula Badosa (25ª) y Jessica Bouzas (42ª). El último éxito responde a agosto de 2024, cuando Badosa triunfó en Washington. Al margen de Carlos Alcaraz, el tenis español no ha logrado ningún título individual en 2025.

Felix Auger Aliassime
vs
Jannik Sinner

Sets:

Set 1
Set 2
Todos

Puntos ganados con primer servicio

Puntos ganados con segundo servicio

Puntos de break convertidos

Puntos ganados con primer servicio

Puntos ganados con segundo servicio

Puntos de break convertidos

Puntos ganados con primer servicio

Puntos ganados con segundo servicio

Puntos de break convertidos

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