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En medio de la polémica por las publicaciones que cuestionan una actuación militar en el Cañón del Micay, a raíz de la liberación de un presunto narcotraficante, en enero de 2024, el general Federico Mejía, quien fue comandante de la Tercera División del Ejército, accedió a hablar con EL TIEMPO y sostuvo que la decisión se adoptó dentro del marco de la legalidad, hasta el punto que su actuación en el territorio “fue crucial y determinante” para continuar con el desarrollo de la estrategia para la recuperación de El Plateado.Explicó que sus decisiones se dieron con base en la jurisprudencia nacional que prioriza el derecho a la vida y afirmó que todas sus actuaciones fueron reportadas a las autoridades competentes y que toda la información relacionada con los hechos operacionales, revelados por la revista Semana, fueron puestos en conocimiento de las autoridades competentes.Soldados caminan por las calles del corregimiento. Foto:Cortesía Ejército.General, usted asegura que la decisión de liberar a un campesino, señalado de narcotráfico en el Cañón del Micay, fue para evitar una masacre. ¿Cómo puede sostener que esa orden no comprometió la legalidad de la operación ni favoreció a grupos ilegales?La decisión se adoptó en un escenario de asonada con riesgo inminente de múltiples muertes; la orden priorizó la preservación de la vida de civiles y militares, principio amparado por jurisprudencia penal de la Corte Suprema y por el Derecho Internacional Humanitario. Según la versión documentada, el individuo retenido portaba pasta base en una zona de economía cocalera de subsistencia; la medida excepcional buscó desactivar la violencia y evitar una escalada letal, sin otorgar beneficios a una estructura armada ni interferir en el curso de las actuaciones judiciales posteriores.¿Qué tipo de verificación se hizo en el momento para determinar la condición del sujeto y no incurrir en una omisión judicial?En el terreno se estableció que no se trataba de un cabecilla ni de un integrante orgánico de estructuras armadas, sino de un campesino sorprendido con pasta base en un contexto de cultivos ilícitos. La decisión en campo no clausuró controles judiciales, pues la información y los medios de prueba recogidos se remitieron a la autoridad competente para la continuidad investigativa.Brigadier General Federico Mejía, comandante del Comando Específico del Cauca del Ejército. Foto:EjércitoUsted cita jurisprudencia de la Corte Suprema que da prioridad al derecho a la vida. ¿No cree que una interpretación extensiva de ese principio puede abrir la puerta a abusos de mando en futuras operaciones?La invocación del precedente —incluida la sentencia SP916-2020— se circunscribió a un escenario específico de riesgo cierto y actual para la vida. El criterio de aplicación es restrictivo, condicionado a la inminencia del daño y a la proporcionalidad de la medida, por lo que no habilita decisiones discrecionales de mando fuera de esos parámetros ni sustituye los controles disciplinarios, penales y operacionales vigentes.Según su versión, la Fiscalía fue informada de manera inmediata. ¿Puede especificar qué tipo de reporte se entregó, en qué momento y quién firmó el informe oficial de esa actuación?Se actuó con honor, transparencia y con el único fin de salvaguardar la vida conforme a la ley. Todo fue informado a la Fiscalía oportunamente, no hubo encubrimiento. De acuerdo con el relato documental, se impartió la orden de informar de manera inmediata a la Fiscalía General de la Nación y se remitieron soportes disponibles —videos, fotografías y testimonios—. Esa actuación quedó formalizada en reportes institucionales del componente que operó en zona, bajo la firma de los responsables de operaciones y con trazabilidad en los canales regulares.El Plateado Foto:Juan Pablo Rueda, enviado especial de EL TIEMPOLa publicación de Semana sostiene que existió una “liberación irregular”. Si el proceso fue tan transparente como usted afirma, ¿por qué no se divulgó desde el principio toda la documentación oficial, incluidos los videos y testimonios?No hubo ocultamiento; al día siguiente, el entonces comandante general de las Fuerzas Militares (Helder Giraldo) y el ministro de Defensa (Iván Velásquez,) se refirieron públicamente al evento, y los insumos probatorios quedaron a disposición de las autoridades. La divulgación amplia de piezas —como videos brutos o testimonios completos— se subordinó a cadena de custodia y a reserva de investigación, lo que explica que no todo soporte se hiciera público de inmediato.En la ‘Operación Perseo’ se habla de la recuperación de El Plateado tras nueve años de control criminal. ¿Qué mecanismos de control aplicó para evitar que la presencia del Ejército derivara en abusos contra civiles o desplazamientos forzados?La recuperación de El Plateado se acompañó de medidas para mitigar afectaciones a civiles: apertura de corredores humanitarios, articulación con oferta estatal y enfoque en desarticulación de estructuras específicas. El dispositivo operacional incluyó reglas de enfrentamiento, coordinación interinstitucional y trazabilidad de quejas para evitar abusos y desplazamientos.Brigadier general Federico Mejía, comandante del Comando Específico del Cauca del Ejército Foto:EjércitoUsted señala que algunos documentos, como la “Misión Delfos 135”, fueron montajes sin sustento. ¿Puede explicar por qué estos informes llegaron a instancias de contrainteligencia y quién los elaboró originalmente?El documento referido es presentado como producto de una denuncia sin soporte que no tuvo curso jurídico y fue archivada por carecer de justificación probatoria. Pese a su falta de sustento, alcanzó a circular por instancias de contrainteligencia, lo que en general se atribuye a intentos de desprestigio más que a hallazgos operacionales realeSe ha mencionado que el mayor retirado Óscar Carvajal actuó al margen de la cadena de mando. ¿Qué investigaciones internas se abrieron a raíz de esa coordinación irregular y cuáles fueron sus resultados?Se describe una coordinación realizada por fuera de la cadena de mando: un Gaula que debía coordinar con su brigada y esta, a su vez, con la división. Ese proceder habría activado verificaciones internas sobre procedimientos, documentos formales y actas de coordinación; la posición consignada subraya que operaciones no pueden nacer de conversaciones informales ni ejecutarse sin conocimiento de los escalones responsables. LEA TAMBIÉN También se afirma que el Ministro de Defensa y el Comandante General abordaron públicamente los hechos. ¿Cuál fue el respaldo concreto del alto mando hacia usted después de esas declaraciones?El soporte se materializó en el tratamiento de un video difundido en medios de comunicación con el comandante general de las FF. MM. (general Helder Giraldo), quien habla del caso en mención de la captura en presencia del ministro de Defensa para ese entonces, Iván Velásquez, así como en la validación institucional del criterio de priorizar la vida en escenarios de alto riesgo. La conducción de operaciones como Perseo y los resultados verificables en el Cañón del Micay se exponen como respaldo al desempeño operativo.Redacción JusticiaJusticia@eltiempo.comMás noticias de Justicia:
