Directora del Movistar Arena -antiguo WiZink Center de Madrid- desde 2014, Paz Aparicio (Madrid, 55 años) es responsable de la programación de un recinto de conciertos y eventos deportivos que lleva años entre los cinco más importantes del mundo. Apasionada musical, dirige y presenta un podcast donde charla con los músicos sin prisas mientras se inventa iniciativas que sirvan para “considerar la música moderna como verdadera cultura”. Acaba de recibir el premio Actitud que concede la emisora Rock FM a personalidades que impulsan la música.Pregunta. Lleva 11 años al frente del recinto de conciertos más importante de España.Respuesta. Así es y en este tiempo mi equipo y yo hemos cambiado el chip de este recinto. Porque estos lugares no son cemento. Son uñas, carne, huesos y sangre. O sea, en ellos hay gente y, por tanto, no son solo un espacio que alquilas y te olvidas. En ese cambio de chip, también hemos trabajado por demostrar que el cliente no es el promotor. El promotor es el socio y el cliente es el chico o la chica que se gasta el dinero en la entrada. Y, para entenderlo, tenemos que hacer pinza, promotor y recinto, para darle un servicio perfecto. Estos dos cambios nos han hecho ir radicalmente hacia arriba.P. ¿Qué es lo más difícil en el trabajo con los promotores?R. Los promotores son muy fáciles. Esto es un negocio, pero no es un banco. Esto es pasión y corazón. O sea, si ellos te ven apasionado, ellos se van a apasionar. Pero, si eres frío y te importa poco lo que vaya a ocurrir, pues la cosa cambia.P. Decía que el Movistar Arena ha ido radicalmente hacia arriba. Tanto que se ha convertido en la plaza más simbólica de la música española. R. Sí, la verdad que abruma y lo hace más cuando sales fuera y te das cuenta de que se ha convertido en una de las plazas más importantes del mundo. Pero a mí la frase que más me gusta es cuando los artistas dicen que están en casa. A mí me lo repiten continuamente cuando bajo a los camerinos a darles un regalo y pedirles la firma para el recinto. Es maravilloso oírlo, como lo es estar en el Vive Latino, el Vive de Bogotá o en los Grammys invitados por los promotores. P. ¿Tiene que ver con la pasión de la que hablaba?R. Claro, y por saber transmitirla. La pelea que tenemos siempre es demostrar que sin circo no hay payasos. Cuando tú les demuestras que esto es importante, los promotores te meten en su núcleo. Pepo Ferradas, mánager de Rauw Alejandro y muchos más, me decía el otro día que somos el primer recinto del mundo que tiene voz. Creo que hemos conseguido humanizar un espacio que de por sí es muy frío, porque una arena es muy fría. Pero cuando le das ese calorcito…P. Pero también este recinto está hecho de números. Y hablan por sí solos. R. A ver, el año pasado, según la clasificación mundial, quedamos terceros, detrás del Madison Square Garden, de Nueva York, y el Yokohama Arena, de Tokio. Este año vamos a hacer un total de 236 eventos y eso que por vacaciones cerramos durante agosto. Es una burrada.P. ¿Estos rankings valoran también la venta de entradas?R. Sí, y el mérito reside en programar bien, pero también es de la gente que compra en Madrid lo que sea. Es increíble la actividad cultural de Madrid. Yo me dedico a esto y me genera ansiedad. Cada noche iría a cinco o seis cosas.P. Dani Martín hace diez Movistar Arena, Sabina hace ocho, Leiva tres… ¿Le gusta el concepto de medición con su recinto? R. No, la verdad. Yo quiero seguir teniendo corazón. No quiero que seamos una cosa que… no sé… [duda unos segundos]. No quiero que alguien hable de los conciertos de aquí como si dijera: “Me he comido ocho pasteles”. Prefiero que te comas uno, pero que sea uno muy bueno, ¿sabes? No quiero que se hable de los conciertos como si se hicieran churros. Parece fácil y no lo es. Un concierto se saborea y no te pueden llegar muchos en bandeja. Paz Aparicio.Pablo MongeP. Las cifras son muy buenas, pero este recinto también vive de patrocinadores. ¿Son tan necesarios?R. Bueno, pues sí, la verdad. Nosotros somos una empresa que tiene la gestión porque ganó un concurso público, pero tenemos que pagar un alquiler a la Comunidad de Madrid, que es dueña del recinto. Y además hay otra cantidad importante en impuestos, que obviamente no son bajos. Aquí nada es pequeño porque esto es muy grande. Por tanto, mantener esto es muy, muy caro. En un día de concierto pueden trabajar cerca de 400 personas. P. Hay un palco nuevo, sin patrocinador, hecho por el propio recinto y se llama La caja. ¿En qué consiste?R. La idea surgió de Leiva y él sin saberlo. Nos remarcó lo importante que es tener un espacio en el que los músicos y la gente de la música y la cultura puedan estar a gusto y disfrutar unos con otros. Fue a raíz de invitarle a él y a Coque Malla, Jorge Drexler y Vetusta Morla al concierto de Paul McCartney. Decidimos oficializarlo. La caja es el palco donde la cultura se junta en torno a un concierto. P. ¿Sería como un palco de Bernabéu, pero de la cultura?R. Sí, pero la connotación del palco del Bernabéu no me gusta porque es negocio. Y esto no es negocio. Al revés. Le pedimos a la gente que asista que no cuelgue nada sobre el sitio. Que no nos etiquete. Es un espacio de diálogo y de cultura para que surjan ideas y amistades.P. También existe La sala, un espacio dentro del recinto para pequeños conciertos.R. Personalmente, es lo que más disfruto. Porque hemos construido una sala de 600 personas que es una maravilla, con un sonido increíble. P. ¿No puede perjudicar este espacio a otras salas de Madrid?R. Hay sitio para todos. No solo no tenemos problemas, sino que tenemos excelente relación con las salas. Yo personalmente soy carne de sala.Paz Aparicio, en su oficina del Movistar Arena, rodeada de carteles de conciertos celebrados en el recinto desde que ella es programadora. Pablo MongeP. ¿Cuál ha sido el concierto más especial que ha visto como directora de Movistar Arena?R. ¡Qué difícil! Voy a decir uno de los más bonitos, por el que estamos nominados en los premios de la Academia de la Música. El que montamos para recaudar fondos por las víctimas de la dana. Era música desde el corazón. Lo hicimos en diez días. Estuve llamando a los artistas, a los managers… y todos nos dijeron que sí. Hicimos un cartel irrepetible. Otro del que guardo un gran recuerdo fue la primera vez que vino George Michael con su espectáculo de Led, que, entonces, no existía en España algo así. Llevaba una lengua de Led gigante y actuaba encima de esa lengua. Fue mítico. Pero, vamos, que por aquí han tocado AC/DC y Bruce Springsteen en un concierto en 360 grados con público detrás del escenario, algo que hacen mucho los estadounidenses. P. ¿Y el que más ilusión le haría programar?R. Hay uno que ya va a suceder. Un artista o banda que tocará en el último trimestre de 2025 y todavía no podemos anunciarlo. Me muero solo de pensarlo. Y, por encima de ese y de todas las cosas, Stevie Wonder. Y después Neil Young.P. El precio de las entradas ha subido en los últimos años y el de la vida también, pero la gente sigue llenando conciertos y festivales. ¿A qué cree que se debe?R. Bueno, yo creo que las entradas no son tan caras, o nunca son tan caras como las del fútbol o cualquier otro espectáculo grande. Defiendo totalmente el precio de las entradas. Sé que me van a matar, pero bueno. El riesgo está en muy alto nivel en los grandes conciertos. Se paga mucho caché por un artista grande y la hostia es grande si no vendes muchas entradas. Es verdad que, si después las vendes, pues ganas. Pero hay mucho riesgo, más del que la gente cree. Yo nunca sería promotora. Nunca jamás. Me daría muchísimo miedo.P. ¿Y qué motivo encuentra para los conciertos llenos?R. Es la idiosincrasia de España. Somos un país de disfrutones. Además, la pandemia nos hizo darnos cuenta de que tenemos que intentar ser felices porque las cosas se pueden torcer en cualquier momento. Y, en el caso de Madrid o de este recinto, porque estamos programando muy bien. Y otra cosa más: la comodidad. Cuando yo iba a los conciertos, nos trataban como delincuentes. Los recintos se oían como una mierda y había más gente de la permitida en muchos sitios. Se veía al promotor como un hippie y al público como unos drogados. Ahora, hemos conseguido dignificar el papel del público y de la gente que se dedica a la música. En nuestro caso, en este recinto, hay madres que dejan a las niñas y los niños con total tranquilidad y, luego, vuelven a por ellos. Todo eso ha influido en que la gente quiera salir un lunes a un concierto. En la música todos somos del mismo equipo. Siempre vas a salir ganando. Un concierto es mejor que un partido de fútbol porque todos somos del mismo equipo y no hay rivalidad. Nunca vas a perder. Hay comunión de alegría y de felicidad. La gente está bailando, abrazándose y besándose sin conocerse. Existe música en directo desde la antigüedad, por algo será.
Paz Aparicio: “Un concierto es mejor que un partido de fútbol porque todos somos del mismo equipo y no hay rivalidad” | Cultura
9 min
