Dos volteretas horripilantes en los dos primeros toros, y ambas en la ejecución de la suerte suprema; los vapuleados, Luis David Adame y José Fernando Molina, fueron atendidos en la enfermería de varias heridas, y los dos salieron para continuar la lidia en una nueva demostración de que los toreros no pertenecen a este mundo. Adame volvió al ruedo con andares garbosos, al contrario que Molina, sin chaquetilla, con pantalón vaquero y movimientos titubeantes, por la tremenda paliza que llevaba encima.Pero los dos cruzaron el ruedo para recibir a sus segundos toros con una larga cambiada de rodillas en los medios; y ambos no solo demostraron una heroicidad propia de su clase, sino una disposición encomiable a pesar de que su esfuerzo no se viera recompensado con trofeo alguno.El topetazo que sufrió Adame fue morrocotudo. Se perfiló para entrar a matar a su primero, y en el instante del encuentro resultó enganchado por la taleguilla, el toro lo sacudió con extrema violencia y lo lanzó contra la arena; el torero logró levantarse tambaleante hasta que se derrumbó antes de que pudiera ser asistido por sus compañeros.Estuvo el mexicano aseado ante un toro con movilidad, fijeza y una rebrincada embestida, al que aburrió con muchos pases de escasa profundidad. Otro que le ofreció posibilidades fue el cuarto; comenzó con un muletazo cambiado por la espalda, y ante la nobleza de su oponente trazó dos tandas finales de naturales; otra, estimable, con la mano derecha, y un circular con la pierna contraria flexionada, que no consiguieron emocionar como el toro y la actitud del torero merecían.Muy buena impresión ha dejado otra vez José Fernando Molina; por su valor, su resiliencia y su artístico concepto. Se justificó sobradamente ante su inválido, y muy protestado, primero, ante el que, a duras penas, dibujó algún natural suelto. A este lo pinchó dos veces antes de cobrar una estocada contraria y baja en la que el toro consiguió engancharlo por la zona inguinal, y una vez en el suelo lo lanzó por los aires y cayó a plomo sobre la arena.Salió con dolido semblante para lidiar al quinto, resolvió con oficio la larga cambiada inicial y lo capoteó con soltura antes de brindar a la concurrencia.Allí mismo, en el centro del ruedo, se hincó de rodillas, y más de uno se planteó la duda de si se podría levantar de tan incómoda postura. Pero, sí, lo hizo después de un muletazo cambiado por la espalda, y varios derechazos largos que remató, ya de pie, con el obligado de pecho. El toro, rajado y que soltaba la cara en cada encuentro, le permitió, no obstante, mostrar su buen concepto en muletazos por ambas manos surgidos de una buena colocación y mejor actitud. De nuevo falló con la espada, y lo que podía haber sido una oreja bien ganada se quedó en nada.Y no desentonó Christian Parejo, que atesora buenas maneras y mejor gusto en el manejo de los engaños. Ante su primero, de escasa fijeza y comportamiento dificultoso, dibujó cuatro naturales muy meritorios, y exprimió con oficio la exigua casta del animal; no se resignó ante el muy deslucido sexto, pero todo lo emborronó con un feo bajonazo final.Valdefresno/Adame, Molina, ParejoToros de Valdefresno, correctos de presentación, mansurrones, blandos, nobles y descastados que dieron juego en la muleta, a excepción del muy rajado sexto. Destacaron primero y cuarto por su movilidad.
Luis David Adame: estocada trasera y un descabello (silencio) (fue cogido al entrar a matar y sufrió un puntazo corrido en el hemitórax derecho, pendiente de estudio radiológico, y con pronóstico reservado); pinchazo y estocada _aviso_ y dos descabellos (ovación).
José Fernando Molina: dos pinchazos, estocada contraria que hace guardia _aviso_ y dos descabellos (silencio) (fue cogido al entrar a matar y sufrió una herida en la región inguinal izquierda de 10 cm. que alcanza el pubis con orificio de salida en cara lateral del pene; y un puntazo corrido en la cara interna del muslo derecho. Pronóstico reservado); dos pinchazos _aviso_ un pinchazo, estocada, tres descabellos _2º aviso_ y un descabello (ovación).
Christian Parejo: pinchazo, estocada trasera _aviso_ (ovación); pinchazo y bajonazo (silencio).
Plaza de Las Ventas. 22 de junio. Algo más de un cuarto de entrada. (7.248 espectadores, según la empresa). Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria de Manuel Lozano, empresario y apoderado, recientemente fallecido.
Toros en Las Ventas: Dramáticas volteretas | Cultura
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