El chantaje y la presión de la Administración de Donald Trump sobre la Unión Europea por las reglas tecnológicas comunitarias que deben cumplir las plataformas estadounidenses que operan en Europa ha escalado a un nivel sin precedentes. Washington ha impuesto este martes por la noche (madrugada del miércoles en España) sanciones a varias personalidades europeas relacionadas con la moderación de contenido en las redes sociales y la lucha contra el discurso de odio en plataformas como X, de Elon Musk, o Facebook. El Departamento de Estado de EE UU acusa a los sancionados, entre los que está el excomisario europeo de Mercado Interior Thierry Breton, responsable en la pasada legislatura de la ley servicios digitales—, de “censura a estadounidenses” en el extranjero. Los castigados tendrán prohibido entrar en territorio estadounidense. Con el inédito movimiento, la Administración del magnate republicano asegura que está combatiendo al “ecosistema de ONG censoras” y a la “maquinaria industrial de la censura global”. “Durante demasiado tiempo, ideólogos europeos han liderado esfuerzos organizados para coaccionar a las plataformas estadounidenses y castigar las opiniones de estadounidenses a las que se oponen. La Administración Trump ya no tolerará estos atroces de censura extraterritorial”, ha escrito el secretario de Estado de EE UU, Marco Rubio, en la red social X (antes Twitter). Washington, además, amenaza con ampliar la lista de sancionados si otros europeos no cambian de postura.La lista de cinco sancionados la encabeza Breton, a quien la subsecretaria de Estado de diplomacia pública, Sara B. Rogers, llamó “el cerebro” de la Ley de Servicios Digitales (DSA), que deben cumplir las grandes plataformas digitales operativas en territorio europeo, como X, Instagram, TikTok, y los gigantes comerciales intermediarios, como Amazon o AliExpress. Ese reglamento, que entro en vigor en verano de 2023, busca proteger mejor a los consumidores y sus derechos fundamentales en línea, luchando contra contenidos ilícitos —desde el material de abuso infantil, ciberacoso o discurso de odio, así como más transparencia y garantizar un “mercado único y uniforme en la UE”.La Comisión Europea estrenó ese reglamento a principios de este mes con una multa de 120 millones de euros a X, la red social de Elon Musk, el hombre más rico del mundo y parte del ecosistema de Donald Trump. Una sanción impuesta por incumplir con las reglas europeas de transparencia en los anuncios publicitarios, en el acceso a los datos para los investigadores y en el diseño de su versión de pago, es decir, el famoso blue check o marca azul que aparece en algunas cuentas de X, que pagan por tener este distintivo.La Administración Trump ya había presionado a la Comisión Europea para que relaje sus normas digitales a cambio de mejoras comerciales en el comercio de acero y aluminio. Todo un chantaje en plena escalada arancelaria. Desde la sanción, Washington y Elon Musk han endurecido el tono aún más contra la UE. El tecno-magnate ha llegado a asegurar falsamente que el castigo a su red social se debe que se ha negado a censurar contenido.[Noticia de última hora. Seguirá ampliación]

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